lunes, 25 de octubre de 2010

Cómo motivar a un niño a estudiar

Estrategias de motivación para el estudio


El estudio no siempre es la actividad más valorada por los hijos y por ello, los padres tienen que recurrir a estrategias de motivación por el estudio, sin llegar a la imposición autoritaria. En este artículo, verás cómo motivar a un niño a estudiar.

Saber cómo  motivar a un niño a estudiar es importante, para tener más herramientas en la comunicación con tu hijo y que su educación sea lo más adecuada posible.
Para ello, es necesario contar con una serie de consejos que verás en este artículo:
  • La motivación de tu hijo por el estudio puede hacerse de varias formas, por ejemplo, otorgando premios o recompensas por resultados. Esta puede ser una forma buena de motivar a tu hijo para que estudie, es decir, recompensando el esfuerzo con un regalo o con algo que tu hijo esté deseando. Aquí la lógica sería que a mayor esfuerzo y mejores resultados le darás mejores recompensas.
  • Es importante además que el estudio no sea una excusa para la rebelión de tu hijo, como respuesta a un conflicto familiar. En este caso, lo mejor es apelar a la comunicación y la resolución de los problemas.
  • Se tendría que intentar no llegar al castigo o la imposición forzada de las tareas de estudio. Es decir, al haber mucha resistencia a estudiar se tiene que intentar primero la comunicación y diferentes alternativas para que el niño o adolescente se motive para estudiar.
  • Es bueno que tu hijo tenga ejemplos en los cuales reflejarse y en los cuales poder ver lo positivo de estudiar. Aquí es importante ver las actividades intelectuales en la familia, en los amigos, etc.
  • Se recomienda además respetar los tiempos que se establezca el niño o adolescente para estudiar y la alternancia con otras actividades necesarias para su desarrollo y crecimiento como el deporte, el juego y la sociabilidad.
  • Antes que obligar a tu hijo a estudiar tienes que hablar con él y si ves que tiene mucha resistencia al estudio tienes que buscar ayuda con un especialista para verificar si no existen algunas dificultades en su aprendizaje.
  • Es muy importante para que tus hijos estudien hablar con ellos cuando haya posibilidades de hacerlo sobre el tema de la importancia que tiene estudiar. Este tema lo puedes abordar desde un enfoque por el cual tu hijo pueda tomar conciencia de la importancia que tiene el estudio para su futuro y el desarrollo de su inteligencia pero sin presionarlo demasiado ni ser autoritario.
  • Algo muy importante es que tenga amigos o pares que estudien ya que es un espejo muy importante para ellos y un estímulo extra. Si tiene amigos que no estudian, las cosas serán más complicadas.
  • Otro de los puntos importantes para que tu hijo se vea motivado a estudiar es que pueda comprender que el consumo no lo es todo. Que la vida no se trata solamente de consumir y de dinero y que uno no vale por lo que tiene sino por lo que es. Lo que uno es no lo determinan las cosas materiales solamente sino fundamentalmente lo que uno sabe, lo que uno piensa, etc.
  • Además es importante que reconozca que para hacer lo que le gusta tendrá que pasar por etapas en el estudio que tal vez no le gusten demasiado pero que son necesarias. La recompensa será que al llegar a estudiar lo que le guste, tendrá una gran satisfacción.

sábado, 23 de octubre de 2010


Concejos para padres con niños Hiperactivos



  • 1 Confirmen el diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad por medio de profesionales especialmente capacitados.
  • 2 No se conformen con un listado de problemas o síntomas: "lados débiles", procuren desarrollar una perspectiva integral de su hijo, para lo cual tengan bien presentes sus virtudes: "lados fuertes".
  • 3 Obtengan un Tratamiento Multimodal. Los fármacos a veces son imprescindibles, pero no es menos necesario aprender formas nuevas para educar al niño y que éste, desarrolle estrategias tanto para afrontar las dificultades del TDAH como para potenciar sus aspectos positivos.
  • 4 Busquen una escuela con autoridades y docentes que conozcan el trastorno, lo comprendan, sepan como remediarlo (o se hallen dispuestos a aprender).
  • 5 Colabore intensamente con la escuela de sus hijos.
  • 6 El 50% de los niños con TDAH padecen otro trastorno en comorbilidad (es decir que tienen más de una dificultad trastorno), por ende asegúrese de que se han diagnosticado correctamente todos los aspectos del problema.
  • 7 Busque el tratamiento apropiado y más eficaz para cada uno de los trastornos acompañantes. Si hay trastornos de aprendizaje deberá realizar un tratamiento psicopedagógico, etcétera.
  • 8 Educar un niño con TDAH puede ser una tarea difícil aunque excitante. Los padres deben prestarse apoyo recíprocamente, ser equilibrados, justos y ejecutivos en la resolución de problemas.
  • 9 Muchos padres tienden a aislarse social y familiarmente. Esto se debe evitar, hay que poner en práctica estrategias que faciliten al niño el desarrollo de sus habilidades sociales.
  • 10 Los padres deben proveer a su hijo de un ambiente estructurado.
  • 11 Establezcan límites claramente delimitados.
  • 12 Realicen una especificación precisa y concreta de qué comportamientos consideran aceptables y cuáles no. Confirmen que el niño conoce el desempeño que se le solicita.
  • 13 Establezcan consecuencias positivas o negativas claramente.
  • 14 Provean control, dirección y supervisión estrecha.
  • 15 Organicen y supervise su agenda: un momento y un lugar para cada cuestión.
  • 16 Ayuden a su niño a organizarse, dividiendo las tareas en partes que él pueda manejar.
  • 17 Asegúrenle un lugar tranquilo despejado de distractores para trabajar en el hogar.
  • 18 Ayuden a que establezcan prioridades sobre criterios eficaces.
  • 19 Recompensen a su hijo frecuentemente y en especial, de forma cercana al momento en que ha exhibido un buen comportamiento. Prefiera las recompensas (°Qué bien que has hecho esto!) a los castigos (°Nunca vas a cambiar!). Premien, alienten, aprueben y asistan más que corregir y castigar.
  • 20 No permitan que las dificultades hagan que la mayoría de las interacciones con su hijo sean negativas; signadas por castigos, comentarios adversos, críticas, etcétera.

jueves, 21 de octubre de 2010

Influencia de la Inteligencia Emocional en el Aprendizaje
La Inteligencia Emocional es definida como la habilidad para percibir, administrar y expresar con exactitud las emociones; generar sentimientos que faciliten el pensamiento; entender las emociones y el conocimiento emocional y; regular reflexivamente las conductas emocionales de manera que favorezcan el crecimiento intelectual y emocional. (Mayer y Geher, 1996).
Es el desarrollar habilidades que le permitan al niño adaptarse a las condiciones dinámicas de la vida, aprender a convivir con sus pares, acatar normas, reconocer y aceptar la autoridad, tener iniciativa, ser creativo, saber aceptar críticas, controlar impulsos, manejar emociones propias, ser tolerante, fijarse y lograr metas y, saber comunicarse.

¿Por qué es importante la inteligencia emocional en el aprendizaje?

Un adecuado desarrollo de la inteligencia emocional influye directamente en la evolución intelectual del niño, produciendo un aumento de la motivación, de la curiosidad, de las ganas de aprender. Por otro lado, las interferencias emocionales limitan la capacidad intelectual repercutiendo directamente en su capacidad de atención, memoria, abstracción, percepción, disminuyendo su rendimiento intelectual dificultando el proceso de aprendizaje.

¿Qué podemos hacer para desarrollar la inteligencia emocional?

Los padres, maestros y psicólogos debemos contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la inteligencia emocional.
Como Padres podemos: Proporcionarles reglas y límites claros, un ambiente estimulante en casa para crear adecuados hábitos donde se refuercen las conductas positivas a través de elogios y afecto y se sancionen las conductas inadecuadas en forma inmediata y coherente.
Ayudarles a identificar y reconocer sus emociones y sentimientos. Muchas veces nuestros hijos no logran definir sus sentimientos y esto les genera malestar por eso es importante aumentar su vocabulario emocional, puede ser pidiéndole que nombre todas las emociones y sentimientos que se le ocurran y/o haciendo dibujos de ellas.
Brindarles estrategias que lo ayuden a manejar y saber expresar aquellas emociones que puedan interferir en los diferentes aspectos de su vida, alentándolos a verbalizar sus sentimientos como una forma de enfrentar sus conflictos y preocupaciones, aprendiendo a mantener la calma, enseñándole a negociar en lugar de discutir.
Enseñarles estrategias que los ayuden a autocontrolarse a fin de que aprendan a anticipar las consecuencias de sus actos, previniendo los problemas antes de que se produzcan, dándole a su hijo advertencias y señales cuando comienza a portarse mal.
Proporcionarle oportunidades que contribuyan a desarrollar sus habilidades sociales, favoreciendo actividades grupales, donde tenga que compartir, seguir reglas, respetando, dando su opinión y aceptando la de los demás. Estimular la capacidad empática, es decir la capacidad de ponerse en el lugar del otro, a fin de que se lleve bien con los demás.

Sólo en los lazos afectivos del hogar es donde se puede intentar, con cierta esperanza de éxito, conformar personas equilibradas, maduras y dotadas de valores positivos que les permitan alcanzar la felicidad. Los padres tienen que enseñar a sus hijos en casa a discernir lo importante de la vida de lo que no lo es, los valores fundamentales de los que no lo son.

Desde la escuela:

La escuela debe ejercer una función directa en la formación de actitudes, de los sentimientos y del autoconcepto de los niños. El desarrollo de las habilidades emocionales debe tener un lugar en el currículum académico como lo tienen los demás cursos como matemáticas o lenguaje.
Lo ideal sería contar con un espacio dedicado a la alfabetización emocional, donde se les enseñe el reconocimiento, la designación y el manejo de las propias emociones, la empatía la capacidad de comprender el punto de vista del otro, llevarse bien con sus amigos, a ser más responsable desarrollando su automotivación, a resolver problemas, a tomar decisiones.

En este momento en que demasiados niños parecen carecer de habilidades emocionales, es necesario educarlos emocionalmente ya que esto repercutirá favorablemente en su rendimiento académico y les permitirá conseguir el equilibrio cognitivo-afectivo-conductual.